Antecedentes del caso

La acción de tutela fue interpuesta para proteger los derechos fundamentales al debido proceso e igualdad, presuntamente vulnerados por la autoridad judicial. El proceso ejecutivo laboral se adelantó contra el Patrimonio Autónomo de la Flota Mercante, administrado por una fiduciaria, y la Federación Nacional de Cafeteros, para hacer efectiva una sentencia que ordenaba la reliquidación de una pensión restringida de jubilación y el pago de mesadas atrasadas. El juzgado de primera instancia rechazó las excepciones de mérito y ordenó continuar con la ejecución, pero declaró la inexistencia de obligación y título ejecutivo respecto a la Federación Nacional de Cafeteros, disponiendo la terminación del proceso y el levantamiento de medidas cautelares sobre esta entidad. El recurso de apelación contra esta decisión fue confirmado por la Sala Laboral del Tribunal Superior de Bogotá, lo que motivó la interposición de la tutela para dejar sin efecto dicha providencia, argumentando que la Federación Nacional de Cafeteros no fue demandada como obligada principal sino como sucesora procesal de la extinta compañía ejecutada, y que existe responsabilidad subsidiaria.

Consideraciones jurídicas

La Corte recordó que la acción de tutela procede únicamente en casos excepcionales donde se vulneren derechos constitucionales fundamentales de forma evidente y no puede utilizarse para revisar criterios judiciales o valoraciones probatorias, respetando la autonomía e independencia judicial. En el caso concreto, el tribunal superior fundamentó su decisión en que no existía título ejecutivo válido contra la Federación Nacional de Cafeteros, ya que esta entidad no hizo parte del proceso ordinario y no se le profirió obligación alguna. Además, explicó que la fiduciaria administra los recursos pero...