El caso se originó con la presentación de una demanda especial de fuero sindical contra una entidad financiera, en la que se solicitaba el reconocimiento de protección sindical y el reintegro laboral tras un despido. El juzgado de primera instancia inadmitió inicialmente la demanda por falta de requisitos, otorgando plazo para su subsanación. Posteriormente, admitió la demanda tras considerar que la subsanación cumplía con los requisitos legales. La entidad demandada apeló la admisión y, durante la audiencia posterior, interpuso un incidente de nulidad procesal fundamentado en el artículo 133 numeral 2 del Código General del Proceso, alegando que la demanda había sido subsanada fuera de término. Sin embargo, tanto el juzgado de primera instancia como la Sala Laboral del Tribunal Superior confirmaron la admisión y rechazaron la nulidad, señalando que la parte demandada había interpuesto oportunamente recursos que sanearon cualquier irregularidad. La parte afectada presentó acción de tutela alegando vulneración del derecho al debido proceso por la decisión que negó la nulidad. La Corte Suprema revisó los antecedentes, las normas aplicables y las actuaciones procesales, concluyendo que no se configuró ninguna causal que justificara la nulidad ni la vulneración de derechos fundamentales. Destacó que el juez natural actuó dentro de sus facultades, aplicando correctamente la normativa y valorando adecuadamente las pruebas. Así, la Corte confirmó la doble presunción de acierto y legalidad que ampara las decisiones judiciales, y negó la tutela solicitada. Se ordenó notificar la decisión a las partes interesadas y remitir el expediente a la Corte Constitucional para eventuales revisiones posteriores. Este fallo reafirma la importancia del respeto a las vías procesales...