Antecedentes del caso

La acción de tutela fue presentada con el fin de proteger derechos fundamentales como el debido proceso, la estabilidad laboral reforzada por salud, y el principio de legalidad, en el marco de un proceso ordinario laboral contra una empresa. El accionante solicitó que se declarara la existencia de un contrato a término indefinido y la nulidad del despido, así como el reintegro y el pago de diversas prestaciones. En primera instancia, el juzgado laboral declaró la existencia de un contrato realidad a término indefinido y condenó al pago de indemnización por despido injusto. Posteriormente, la Sala Laboral del Tribunal Superior modificó la decisión, reconociendo dos contratos diferentes y manteniendo la indemnización por despido, pero absolviendo otras pretensiones. El accionante argumentó que la Sala Laboral vulneró sus derechos fundamentales, señalando deficiencias en la valoración del historial médico y en la defensa técnica, así como irregularidades en el proceso judicial.

Consideraciones de la Sala de Casación Laboral

La Corte recordó que la acción de tutela es un mecanismo excepcional y subsidiario para proteger derechos fundamentales cuando no existen otros medios judiciales eficaces. En este caso, se determinó que el accionante contaba con un recurso de casación para impugnar la decisión del Tribunal Superior, recurso que no fue interpuesto ni justificada su omisión. Por tanto, se concluyó que no se cumplió con el requisito de subsidiariedad, lo que hace improcedente la acción de tutela. Además, no se acreditó la existencia de un perjuicio grave, inminente o irremediable que justificara el uso de este mecanismo.

Decisión y efectos

La Sala de Casación Laboral declaró improcedente la acción de tutela...