Contexto del caso

La Comisión Nacional de Disciplina Judicial resolvió el recurso de apelación interpuesto por una quejosa contra la decisión de la Comisión Seccional de Disciplina Judicial de Bogotá, que había ordenado la terminación anticipada de las diligencias disciplinarias en favor de dos abogados. La quejosa había presentado una queja por considerar desproporcionados los honorarios pactados con una firma de abogados para su defensa en dos procesos judiciales: uno penal por violencia intrafamiliar y otro civil divisorio de un inmueble.

Desarrollo del proceso disciplinario

Los contratos de prestación de servicios profesionales fueron suscritos libremente por la quejosa con la firma de abogados, pactando honorarios de $50.000.000 para el proceso penal y $20.000.000 para el proceso civil. Ante el desistimiento unilateral de la quejosa, la firma inició un proceso ejecutivo para cobrar un pagaré firmado en garantía de los honorarios. Durante el proceso disciplinario, se acreditó que uno de los abogados no participó en la negociación ni en la representación, mientras que el otro asumió la defensa en el proceso penal realizando diligencias investigativas y judiciales. La Comisión Seccional concluyó que no existía falta disciplinaria, pues los honorarios fueron acordados libremente y no hubo aprovechamiento indebido de la necesidad o ignorancia de la cliente.

Apelación y análisis de la Comisión Nacional

La quejosa alegó dificultades para acceder a la audiencia y desconocimiento de pruebas presentadas, además de cuestionar el contacto con uno de los abogados. Sin embargo, la Comisión Nacional encontró que la quejosa tenía conocimiento de la gravedad del caso y que los contratos y pagaré fueron firmados voluntariamente, sin vicios de la voluntad ni...