El caso se originó tras un accidente de tránsito en el que un ciclista menor de edad colisionó con un microbús de servicio público que ingresó a un sector residencial para evadir un trancón. El menor sufrió graves heridas y falleció días después a causa de un trauma craneoencefálico. La Fiscalía imputó al conductor del microbús el delito de homicidio culposo, sin que este se allanara a los cargos. Tras el juicio oral, el acusado fue absuelto en primera instancia y esta decisión fue confirmada en segunda instancia por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca. La apoderada de la víctima interpuso recurso de casación argumentando violación indirecta de la ley sustancial por error de hecho derivado de falso raciocinio. Alegó que el tribunal desconoce las reglas de la sana crítica al no valorar correctamente las pruebas que indicarían la negligencia e imprudencia del conductor, quien habría desatendido el deber objetivo de cuidado al desviarse de su ruta habitual y conducir a alta velocidad en un sector residencial.

Decisión de la Corte Suprema

Sin embargo, la Corte Suprema señaló que la demanda no cumplía con los requisitos procesales para su estudio de fondo. Explicó que para demostrar falso raciocinio en valoración probatoria es indispensable identificar la prueba afectada, el principio de sana crítica vulnerado y la incidencia del error en la decisión final. En este caso, la recurrente no desarrolló adecuadamente estos aspectos, limitándose a plantear su criterio personal sobre la valoración de las pruebas. Respecto a los hechos concretos, la Sala destacó que no se demostró que la velocidad del microbús fuera causa...