Antecedentes y contexto del caso

El caso se originó tras una llamada anónima a la policía que reportó una riña con posible participación de arma de fuego. Al llegar al lugar, una patrulla policial observó un vehículo que intentó huir, y tras interceptarlo, capturó a tres ocupantes, uno de los cuales portaba un revólver sin permiso para su porte. Los otros dos no mostraron autorización ni evidencia directa de conocimiento o uso del arma.

Desarrollo procesal y decisiones previas

La Fiscalía imputó a los tres individuos por el delito de fabricación, tráfico, porte o tenencia ilegal de armas de fuego. En primera instancia, el juzgado penal absolvió a dos de ellos, al considerar que no había prueba directa suficiente para demostrar su responsabilidad. Sin embargo, la sala penal del tribunal superior revocó esa absolución, condenándolos como coautores con base en la actitud de huida y el señalamiento de la comunidad.

Análisis de la Corte Suprema y valoración probatoria

La Corte Suprema enfatizó que la condena en segunda instancia se apoyó en inferencias indiciarias relacionadas con la huida y el señalamiento comunitario, sin descartar otras explicaciones plausibles, como temor a la autoridad o confusión. Además, destacó la inadmisibilidad de testimonios basados en pruebas de referencia o anónimas, y la falta de presentación en juicio de testigos clave que pudieran corroborar los hechos.

Criterios jurídicos sobre coautoría impropia en porte ilegal de armas

Se recordó que la coautoría impropia requiere la existencia de un acuerdo común, división de funciones y aportes trascendentales en la ejecución del delito. En el porte ilegal de armas, aunque sólo una persona porte el...