Antecedentes del caso

El proceso se originó tras un accidente de tránsito en el que resultaron lesionados dos demandantes que reclamaron indemnización por perjuicios ocasionados. El juzgado de primera instancia declaró la responsabilidad de los demandados y los condenó al pago de perjuicios materiales y morales. La sentencia fue apelada por uno de los demandados, y la Sala Civil Familia del Tribunal Superior la modificó, aumentando la condena.

Fundamentos de la acción de tutela

El accionante alegó violaciones al debido proceso, igualdad, acceso a la administración de justicia, seguridad jurídica y prevalencia del derecho sustancial sobre el procesal. Señaló, entre otros aspectos, una indebida valoración de pruebas, errores procesales y notificación defectuosa que afectaron su derecho de defensa.

Consideraciones de la Corte Suprema

La Corte recordó que la acción de tutela contra providencias judiciales es excepcional y procede sólo cuando hay decisiones arbitrarias, infundadas o desviadas del marco legal, y siempre que se hayan agotado los recursos ordinarios. En este caso, se constató que el tribunal actuó con objetividad y razonabilidad en la valoración de pruebas, ajustándose a los principios procesales y jurisprudenciales. Se destacó que el tribunal corrigió errores del juzgado de primera instancia, especialmente en la cuantificación de perjuicios materiales. Se aplicó correctamente el juramento estimatorio como plena prueba del monto reclamado, y se realizó la indexación para mantener el poder adquisitivo conforme a criterios de equidad. También se valoraron adecuadamente los perjuicios morales basados en informes médicos y testimonios. Sobre la notificación, la Corte señaló que fue debidamente estudiada y confirmada por las instancias judiciales, descartando cualquier defecto que configurara vía de hecho.

Conclusión y...