Antecedentes del caso

La tutela fue presentada en contra de una decisión del Tribunal Superior de Medellín que revocó una sentencia de primera instancia en un proceso declarativo de responsabilidad civil médica. En primera instancia, el juzgado había declarado responsable a una entidad de salud y la condenó a pagar diversos rubros por daño emergente, lucro cesante y daño moral. Sin embargo, el tribunal revocó esta decisión, argumentando la ausencia de nexo causal y la imposibilidad de fallar más allá de lo solicitado (extra petita). La accionante alegó que la sala de segunda instancia incurrió en omisión probatoria y vulneró el derecho al debido proceso al no valorar adecuadamente las pruebas, además de desconocer el principio de reparación integral que obliga a una decisión que repare completamente los daños.

Consideraciones de la Corte Suprema

La Sala de Casación Civil, Agraria y Rural de la Corte Suprema recordó que la acción de tutela es un mecanismo extraordinario para la protección inmediata de los derechos fundamentales y no puede sustituir los medios ordinarios de defensa. Para su procedencia, se debe cumplir con requisitos como la inmediatez, es decir, que la tutela debe interponerse en un plazo razonable desde el hecho generador de la vulneración. Se indicó que, conforme a la jurisprudencia, el plazo prudente para interponer una tutela en estos casos es de seis meses desde la fecha ejecutoria de la providencia cuestionada. En este caso, la tutela fue presentada nueve meses después, superando el plazo establecido sin que se justificara la demora. Además, se señalaron criterios para evaluar la razonabilidad del tiempo transcurrido, como la existencia de...